Desde hace una semana y pensando en el momento vital por el que estoy atravesando, Sergio Fosela vino a mi mente. ¿Por qué él?, a Sergio le sigo desde el año pasado, a través de su blog: Crónicas Sexitivas.
Sergio ha desarrollado una terapia que mezcla masajes de relajación, tantra y digitopuntura, avalado con años de estudios sobre sanación a través de energías.
Su blog:
http://terapiasexitiva.com/que-es-esta-terapia/
Por primera vez desde hace tres años decido buscar ayuda, no quería una terapia psicológica, mi problema no va por ahí. Tengo un problema de desconexion emocional con lo sexual, no mezclo sentimientos y emociones con el sexo.
Este desapego entre mi cuerpo y mi alma me tiene en un estado de no avance, por medio del cual no me vinculo a nadie desde el punto de vista emocional. Tener a mi familia cerca ha sido el detonante para darme cuenta de la gran desconexion que me tiene diseccionada.
La energía sexual es poderosa y yo tengo mucha, lo sé. Pero debo canalizarla, por eso pensé en Sergio.
Sentarme con él durante casi una hora, en un café, donde me explicó en que consistia su terapia, me hizo tener la certeza que era lo que necesitaba. Estaba resumiendo en palabras lo que siempre pensé sobre el poder de la energía sexual.
Desnude mi alma y me liberé de cualquier perjuicio, bueno la verdad que me quedan poquisimos, para que mentir. Así que despues de un café, nos fuimos al centro donde realiza sus terapias, donde además hacen otras actividades como pilates.
Pasamos a su consulta y me desnude completamente, dispuesta de dejarme guiar por él hacia mi interior. Me acoste bocabajo en su camilla de masajes y comenzó a darme un masaje en todo el cuerpo. Necesitaba ser tocada! Su tacto me transmitió confianza, no se como explicarlo, sentí calor humano, tranquilidad. Eso me permitió abrirme a las emociones experimentadas.
Maseajeo todo mi cuerpo integralmente, hasta mi sexo. Sus dedos se sumergieron en mi, tocando puntos mas allá del bien sabido punto g. No sé que me ocurrió, pero en ese momento justo cuando tocaba uno de esos puntos, no era un orgasmo lo que sentía, de hecho en ningún momento lo sentí. Mas bien fue una energía diferente: no se definirla, pero lleve mis manos a mis ojos y comencé a llorar con sentimiento. Lloré mucho! . Y mientras lo hacía, pensaba que era maravilloso poder llorar sin tener miedo a que diría la persona que me estaba provocando esa sensación. Era una terapia y precisamente para eso estaba allí, para soltar todo eso que no se ni donde estaba guardado.
En dos ocasiones sentí eso. Sergio tuvo razón cuando me dijo que la energía sexual, evita que el cerebro piense. No es casualidad, que cuando me he acostado con un chico siempre pongo como requisito previo que sea capaz de secuestrar mi cerebro. Ya entiendo porqué. Durante el sexo no pienso, durante él soy en esencia pura.
Me gusto mucho cuando, en un momento muy profundo de conexión con mis emociones, donde lloraba sin parar, me dijo que él estaba ahí, me tapo con una toalla y posó su cabeza sobre mi pecho cubierto. Me sentí tranquila, en confianza, sin miedos.
Salí de ahí con la sensación de haberme quitado mas de cien kilos de peso. Y no he necesitado sexo para quitarmelos de encima, solo ha hecho falta esa terapia de sanación sexual. Siento calma, ni siquiera siento excitacion o estado de cachondez, siento como si alguien hubiese entrado en mi alma y le hubiese dado luz.
Brutal! Gracias Sergio, nos volveremos a ver.
Comentarios
Me encanta como describes la experiencia, supongo que tras salir de allí te sentirías una persona nueva. Quizá no soluciono todos tus "problemas" pero seguro que te a dado el equilibrio que buscas.
Alexey
Tenemos tanto que sanar. No solo las mujeres, sino los hombres también. Hemos despilfarrado esta energía, que quizás es, la mas importante de todas. Nosotras somos agentes de cambio y como tales, si comenzamos a cambiar nosotras ellos también lo haran.
Suerte y ya iremos compartiendo experiencias si te apetece.
Gracias por pasarte por aquí.